Muchos niños fueron a encontrar a Olentzero
Los txikis ansoaindarras fueron al monte Ezkaba en busca del carbonero. Sus intenciones erán entregarle la carta que con tanta ilusión habían escrito con la ayuda de sus padres.
El día amaneció con agua-nieve pero poco a poco empezó a salir el sol para hacer más confortable la subida al pueblo viejo de Ansoáin. 
Los niños iban mucho más rápido que los padres y para cuando éstos se quisieron dar cuenta, los txikis ya estaban arriba.
Los txikis ansoaindarras fueron al monte Ezkaba en busca del carbonero. Sus intenciones erán entregarle la carta que con tanta ilusión habían escrito con la ayuda de sus padres.
El día amaneció con agua-nieve pero poco a poco empezó a salir el sol para hacer más confortable la subida al pueblo viejo de Ansoáin. 
Los niños iban mucho más rápido que los padres y para cuando éstos se quisieron dar cuenta, los txikis ya estaban arriba.
Después los padres fueron subiendo y de pronto
todos encontraron el saco que había dejado el Olentzero para la recogida de las cartas.
Cuando los padres vieron a los niños dejar las cartas en el saco se alegraban tanto como sus hijos.
Para recordar este bonito momento se hicieron muchas fotos.
Tras la vuelta del monte, no podía faltar el chocolate caliente con bizcochos que con tanto cariño habíamos preparado Nerea, Irati, Eider y yo, con ayuda de algunas madres.
Después de la merienda Pello Berastegi preparó un mural para pintar y colorear. 
El próximo día 24 de diciembre la carroza de la Sociedad Saraspea llevará este mural y recibiremos al Olentzero con todo el cariño que se merece. 
Para ver más fotos y el poema que ha hecho Xabier Mendibil pincha aquí: OLENTZERORI GUTUNA
